El pasado domingo día 3 de Enero el grupo de teatro local rebelArte estrenó una obra de Comedia Clásica cuyo autor es Molière, “El Médico a Palos”. Esto ya lo conocemos en Astorga, tanto que poco faltó para llenar el único teatro que se puede usar en Astorga, el diocesano propiedad de la Iglesia, ya que como sabemos nuestro teatro Gullón (XX millones de €) estuvo sirviendo durante la navidad para exponer un “sencillo” Belén.
Entonces si ya sabemos del exitoso estreno del grupo de teatro, ¿qué sentido tiene escribir sobre ello? Lo tiene para comprender algunas de las necesidades de un grupo de teatro, pero también de cualquier asociación cultural que trabaja y se empeña en dar lo mejor de sí para la ciudad. Porque en Astorga rebelArte no es el único grupo de teatro, ni asociación cultural, es una muestra más de toda esa ciudad viva, crítica, activa y culta.
Todas estas expresiones artísticas y transmisoras de cultura necesitan de financiación, de esfuerzo, de tiempo, de logística, de visibilización y de reconocimiento. Quienes recibimos estas representaciones y este viaje de la cultura debemos cubrir las necesidades de todos estos grupos culturales si queremos que no mueran, si queremos aprender más, si en definitiva encontramos valor en todo esto. Pero también debemos preguntarnos por la herramienta para que la sociedad maragata pueda dar esa financiación, logística, visibilización, etc…, para después recibir cultura. La respuesta es muy clara, el Ayuntamiento es de todas y de todos, no puede dar la espalda ni ir a la retaguardia de la cultura en un municipio; así que debe ser también para todas y todos y estar al pié de cañón para que pueda ser posible que el municipio cada vez esté más vivo.
Ahora bien, ¿qué supone que un grupo haga teatro en una ciudad, en un pueblo? Primero para el grupo que hace la obra usar su tiempo libre en algo que les llena, su satisfacción personal. Pero para la ciudad supone la expansión de la cultura de una forma más, y también visibilizar de distintas formas de cultura. Ya estamos hartos de la cultura de “masas”, de la cultura del consumo y de la cultura cara (este grupo de teatro pedía una entrada de 3€, un ejemplo que abunda en muchas asociaciones culturales), pues así aportamos cultura popular sin entender la cultura popular solamente como el folclore, o los bailes tradicionales, hay más cultura popular y es la que la clase trabajadora genera fuera del mercado, fuera de las presiones de la “industria” y accesible a la misma clase.
Por estas y más razones nos toca involucrarnos y posicionarnos como hicieron los pequeños comercios al patrocinar la obra de teatro, o quiénes se acercaron al Diocesano ese primer domingo del año e hicieron ese donativo en la entrada de 3€, pero también quienes difundieron el evento y otros muchos que se dan en Astorga y comarca.
– Juan de la Cosa