
La sala de prensa del Ayuntamiento de Astorga es el lugar desde el que el gobierno municipal nos informa a diario de todas las novedades e iniciativas políticas
que acomete, del mismo modo que Coca Cola es la fábrica de la felicidad.
Al más puro estilo Ronald Reagan, los concejales del gobierno de Astorga desgranan casi diariamente a la prensa el tema del día. mercadotecnia política en estado puro.
Y es que sin duda a este nuevo gobierno las labores de propaganda se le dan pero que muy bien. De hecho, la importancia que le conceden es crucial. Sirvan como ejemplos la contratación a dedo de una periodista (aunque en realidad ha sido contratada como auxiliar) vinculada directamente al PP para controlar la información; los 60.000 € anuales que destinarán a propaganda y que controlará precisamente dicha periodista oficial; o la partida de protocolo en un gobierno cuyos emonumentos son de todo menos austeros.
Pero si por la sala de prensa fuera el lugar desde donde la ciudadanía obtiene la información, ¿Creen uds. que la ciudadanía de Astorga haría llegado a saber que se contrataba a dedo a una periodista vinculada directamente al PP? ¿que se fumiga con glifosato aunque el concejal de obras lo negase? ¿Que el teniente de alcalde cobra 1.750€ por media jornada? ¿el trato preferente que el PP mantiene con la empresa de Florentino Pérez y vinculada a la trama Gürtel, URBASER? ¿que en realidad la privatización de la poda fue una decisión política fruto de la mala gestión y la ausencia de previsión? ¿que los concejales de la oposición tenemos vetada la entrada al Ayuntamiento por las tardes? ¿O que algunos concejales cobran 200€ cada semana en reuniones celebradas los miércoles, que duran entre 10 y 20 minutos y en las que además no se decide nada?
En definitiva, la sala de prensa se ha concebido con la idea de crear la imagen de un
Ayuntamiento de la felicidad, apolítico, técnico, competente, solvente y eficaz. Justo lo contrario de lo que es. Porque al PP lo que en realidad parece importarle es la apariencia más que la esencia, ya que hasta ahora solo han demostrado gestionar bien (muy bien) sus propios intereses.

Decía Marx que si la esencia y su apariencia coincidiesen, no sería necesaria la ciencia. En este caso bastaría con un
Portal de Transparencia que no fuera tan transparente como el actual, que está vacío. Y por qué no, estaría bien contar con un código de buen gobierno que apueste por dar el protagonismo a la sociedad, que evite la propaganda y que dé mecanismos a la ciudadanía para conocer y participar, para empoderarse, para general conciencia crítica y activa.
Por fin tenemos presupuesto ¿cumplirá su compromiso el gobierno municipal? ¿volcarán al portal de transparencia las declaraciones de bienes e intereses? ¿aplicarán técnicas de open government? Entre tanto en IU-Astorga hacemos la calle, ciberpolítica y todo lo que esté en nuestras manos para que la ciudadanía pueda ir accediendo a la información.